Por: Fernando M. Hernández | 4 minutos
“El burnout es un síndrome que se presenta como agotamiento laboral, un tipo de estrés relacionado con el trabajo, un estado de agotamiento emocional y físico que también se involucra con la falta de sensación de logro y la pérdida de identidad personal.”
Es muy gracioso, o alarmante, pensar que mientras escribo esta nota, sobre un tema cada vez más popular y recurrente -síndrome de burnout-, me percato de que son las 3:24am, y que mi ritmo circadiano parece no delatarme ante mi necesidad de descansar.
Si bien, vamos a hablar sobre este síndrome, es importante no confundir, un día agitado, de: un trabajo insano o una labor que nos hace infeliz, con el burnout. En esta nota nos centraremos en comentar qué es lo que dicen los especialistas en el tema, para estar atentos, y conocer: que herramientas dan los expertos, saber cómo reconocerlo, y si es posible revertirlo.
El burnout es un proceso en donde el trabajador sufre progresivamente un desinterés por su labor, por su obligación, o tarea diaria, así es que va desarrollando una postura psicológica negativa para con su trabajo en sí.
Este síndrome es identificado mayormente en trabajadores y profesionales que están relacionados con la atención al cliente y con el trato directo al público, aunque últimamente, se ve relacionado en variadas áreas, como la venta online y telefónica.
Tanta importancia y relevancia a tomado el burnout en estos últimos años, que a comienzos del 2022, la OMS (Organización Mundial de la Salud), ha clasificado formalmente este síndrome como enfermedad, la “enfermedad del trabajador quemado”.
Si bien debemos tomarlo con la seriedad que merece, también debemos, con tranquilidad, conocer cuáles son los síntomas que suele presentar, y entender, que el burnout, es un tipo de estrés laboral, el cual, con las herramientas adecuadas, podemos controlar.
Algunos síntomas:
-Agotamiento físico y mental.
El trabajador manifiesta perdida de energía, señal de agotamiento, aumento de peso, fatiga, y/o pérdida de apetito.
En algunos casos se pudo ver la aparición de alteración psicosomática, dolores musculares, dolor de cabeza, gastritis nerviosa, y en el caso de las mujeres, cambios irregulares en su ciclo menstrual.
El estrés y la ansiedad son actores principales en el síndrome del burnout.
-Comportamiento Irritable
El síndrome de burnout produce de forma directa un cambio en quien lo sufre, adoptando éste, una actitud de indiferencia y desapego que termina reduciendo el compromiso, no solo en sus tareas laborales, sino también en el ámbito familiar y social.
-Falta de Motivación y Baja Productividad
Claramente, los ítems desarrollados con anterioridad, terminan dando como suma, un resultado negativo en la productividad; la desmotivación se acopla con la frustración personal y llega el caos, la irritabilidad.
Es tal la dificultad para realizar las tareas, que quien lo sufre, comienza por darse cuenta que le es difícil concentrarse, los olvidos frecuentes son rutina, y todo eso se vuelve un círculo vicioso que se retroalimenta constantemente, eso termina generando sufrimiento debido a la incapacidad de quien lo sufre y siente. Gestionar las actividades requeridas se torna imposible, el burnout no le permite avanzar, y logra estancarlo.
¿Qué podemos hacer?
Según los expertos, este síndrome, tal como lo describen, es fruto de diversas y diferentes causas.
Las medidas preventivas que hoy se conocen para hacer frente al síndrome son similares a las que se necesitan para manejar situaciones de estrés social, y de estrés en general.
Es necesario aclarar que el burnout no se da de un día para el otro, sino, que depende de una sumatoria de factores en un tiempo prolongado que luego se refleja en nuestra cotidianidad.
Es importante identificar, qué condiciones son las que nos han afectado, para así poder solicitar asesoramiento psicológico o acompañamiento que nos ayude a controlar, revertir, y modificar positivamente, los hábitos y situaciones que nos están afectando.
Algunos psicólogos especialistas, indican e incentivan los siguientes hábitos:
Preguntarnos si realmente estamos cómodos con nuestro estado emocional. Controlar y administrar el trabajo a realizar del día. Renovar y armonizar los espacios de trabajo si nos es posible. Darnos tiempo para realizar algo que nos de placer. Llevar una dieta alimenticia controlada dedicando el tiempo para comer sin apuro. Dormir el tiempo necesario para descansar correctamente. Pasar tiempo en espacios recreativos y al aire libre.
Considere estos consejos e impleméntelo si lo cree correcto; sufriendo burnout o no, todos necesitamos trabajar en armonía y motivados por un entorno laboral-social emocionalmente equilibrado que nos permita lograr ser eficientes en nuestras tareas y amigables con nuestra vida.
Fuentes:
Mayo Foundation for Medical Education and Research.
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Por: Fernando Martín Hernández (columnista).
Empresario y emprendedor. Comunicador y escritor sobre emprendedurismo liderazgo y motivación.