Los negocios son un mundo en sí mismo, y en ese desafiante mundo, se nota con gran diferencia el crecimiento del uso de la herramienta del liderazgo. Grandes jefes queriendo convertirse en líderes inspiradores que marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso organizacional.
¿Pero qué características definen verdaderamente a un líder empresarial?
En primer lugar, considero que la visión estratégica es un pilar imprescindible, una columna vertebral esencial del liderazgo. Ir más allá de las operaciones diarias implica tener una visión clara del futuro de la organización. Los líderes efectivos no solo responden a situaciones inmediatas, sino que también anticipan cambios y pueden así dirigir a la empresa hacia el éxito de largo plazo.
La empatía, es un valor a menudo subestimado en el ámbito empresarial, sin dudas otro pilar crucial. Un líder que comprende las necesidades de su equipo construye una cultura de confianza y colaboración. La comunicación abierta y efectiva refuerza estos lazos, permitiendo un flujo constante de ideas y soluciones.
La toma de decisiones audaz, vinculada a la capacidad de asumir riesgos calculados, emerge como un rasgo distintivo. En un mundo empresarial y emprendedor caracterizado por la incertidumbre, como bien estamos acostumbrados en nuestro país, un líder no suele tener miedo a enfrentar desafíos y tomar decisiones que podrían impulsar la innovación y el crecimiento.
Cultivar el talento es otra faceta crucial. Más allá de la gestión, un líder se convierte en un mentor, y como mentor, promotor del desarrollo profesional de su equipo. Esto no solo fortalece a sus equipos, sino que también genera lealtad y compromiso real, duradero y contagioso.
La resiliencia y la adaptabilidad son habilidades sumamente necesarias en un entorno empresarial en constante evolución. Los líderes exitosos no solo enfrentan cambios con agilidad, sino que también infunden una mentalidad positiva en sus equipos, motivándolos a superar desafíos y afrontar la incertidumbre con cierta determinación.
Siempre me gusto decir y repetir que ser diferentes en un mundo de iguales nos hace distintos. No inventé nada, pero sin dudas en cuestiones de jefe / líder, comenzó hace tiempo, una especie de rivalidad en donde muchos consideran que ser jefe es una cosa muy diferente a ser líder. Como si el líder fuese un cargo jerárquico imaginario menor que un jefe; o que el jefe es un cargo jerárquico real superior al de un líder.
En el mundo emprendedor es muy factible que escuchemos hablar de líderes. Y en el mundo empresarial, en las grandes fábrica e industrias y empresas de servicios, de un jefe.
Ahora bien, algo me está sorprendiendo por demás, y quiero contárselos. Y es que en recientes y variadas mentorías, me encuentro cada día más, con las solicitudes de “jefes” intentando implementar las herramientas que hacen de un jefe un líder. Y mi primera conclusión, propia y significativa para mi propia evaluación fue que: Para el líder pareciera ser muy fácil ser jefe, mientras que al jefe le es más complicado aplicar las herramientas de un líder.
En ambos casos, me gustaría en cierto modo dejar claro de que no considero real ni necesaria dicha supuesta rivalidad jerárquica, ya que sin duda alguna, hay grandes jefes liderando el mundo emprendedor y grandes líderes cumpliendo su tarea como jefes empresariales.
No obstante, mi opinión de formación suele ser, en estos casos, siempre muy similar: Las herramientas y recursos son los mismos para uno que para el otro en materia de conocimiento y alcance de investigación, sin embargo la diferencia está en que en algunos momentos necesitamos ser líderes y en otros ponernos en papel de jefes. O sea, sin duda somos ambos, pero suele suceder que el líder obtiene el respeto y seguimiento que un jefe no siempre suele necesitar.
La aspiración de los líderes a ser inspiradores sin dudas ganó relevancia por su interés hacia un enfoque más holístico y motivacional. Sin embargo, la línea que separa a un jefe de un líder inspirador es sutil pero claramente significativa. ¿Y cuáles se considera que son esas notorias diferencias?
Un jefe puede ser eficiente en la gestión de tareas diarias y específicas, establecer plazos y trabajar para obtener resultados tangibles. Sin embargo, un líder inspirador pareciera ir más allá. Y ese más allá consiste en una especial herramienta: la emoción. La verdadera diferencia esta, para mí, en la capacidad de conectarse emocionalmente con su equipo de trabajo, sea este cualquier tipo de industria o servicio. Generan un impacto tal, que va mucho más allá de las teorías conocidas, porque se apoyan directamente en la práctica del sentir.
Un jefe, aunque no en todos los casos, suele imponer su deseo y proyección mediante su autoridad que muchas veces se basa en la posición jerárquica. Y nada tiene eso de malo, ya que son las herramientas “normales” a las cuales nos acostumbramos a referenciar cuando hablamos de un jefe. Sin embargo, un líder, se nutre de la visión de claridad que obtiene al guiar a su equipo mediante la emoción, y utiliza la inspiración como motor principal. Los empleados son equipos, y cuanto mayor inspiración genere el líder, mayor respeto. Y a mayor respeto, mejores resultados.
Obvio que la visión estratégica es otra distinción clave. El jefe puede enfocarse en objetivos inmediatos y es lógico que así sea; pero un líder trabaja su visión sobre el futuro, y busca que su equipo logre resultados con metas más amplias y significativas. Podría decirse o tomarse como una estrategia que no solo impulsa el rendimiento actual, sino, que también asegura un crecimiento sostenido en el tiempo. Entonces, ¿existe una diferencia entre líder y jefe?
Sí, existe una diferencia fundamental entre un líder y un jefe. Algunos dirían específicamente que: un jefe supervisa, y un líder inspira. Aunque es real, ambos cumplen tareas similares, el enfoque en el ámbito laboral son distintos. Incluso, me animo a decir, que por más que todo jefe lleva un líder dentro, y todo líder un jefe interior, el jefe necesita de un líder, y el líder de un jefe.
En muchos casos, las organizaciones buscan cultivar líderes, ya que se reconoce que el liderazgo efectivo contribuye significativamente al éxito a largo plazo y al bienestar del entorno en sí.
Y aunque cada uno tendrá su opinión al respecto, y que los avances y nuevas herramientas sin duda serán las impulsoras de cambios constantes en el mundo emprendedor y empresarial, de algo podemos estar seguros y coincidir: no solo hay muchos grandes jefes y líderes, sino, que ambos roles y jerarquías son sumamente importantes, necesarios y valiosos para cualquier organización.
Por eso, seamos los mejores jefes y líderes que nuestras empresas, pymes, industrias, y negocios necesitan.
Por: Fernando Martín Hernández (columnista). Empresario y Emprendedor. Comunicador y escritor sobre emprendedurismo, liderazgo, y motivación.
