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¿Qué es realmente la zona de confort? ¿Existe, ó es solo un imán mental?

¿Qué es realmente la zona de confort? ¿Existe, ó es solo un imán mental?

“Haciendo un viaje introspectivo para explorar qué es la zona de confort, me cuestione su existencia. Intento entender por qué, a pesar de las apariencias, la creo fundamental para nuestro crecimiento emprendedor.”

“Haciendo un viaje introspectivo para explorar qué es la zona de confort, me cuestione su existencia. Intento entender por qué, a pesar de las apariencias, la creo fundamental para nuestro crecimiento emprendedor.”

 


En la travesía del emprendedurismo, cada paso cuenta y cada elección puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento.

Uno de los conceptos más intrigantes que resuenan en mi mente, es la visible e invisible, la deseada e indeseada, existente e inexistente "zona de confort".

 

¿Qué es realmente la zona de confort?

La zona de confort es un espacio mental donde nos sentimos seguros, cómodos y sin amenazas. Es donde establecemos nuestras rutinas, y donde también evitamos riesgos y desafíos.

Lo más intrigante, es que la zona de confort varía de emprendedor en emprendedor, de empresaria en empresaria y de persona en persona, tal vez, su esencia puede ser la misma, un estado en el que experimentamos baja o nula ansiedad y bajo o nulo estrés, pero es también, donde el crecimiento y la innovación pueden quedar completamente restringidos.
 

¿Realmente existe?

Es verdad que si lo vemos introspectivamente, la zona de confort pareciera ser el gran lugar seguro, pero, en realidad, ¿es así?, o es solo nuestra ilusión.

El mundo emprendedor y empresarial está en constante cambio, y lo que a veces creemos cómodo y seguro puede volverse algo incómodo, poco seguro, e incluso solo una ilusión, algo inexistente que solo ocurre en nuestro deseo interior.

Claro, como emprendedores, estamos seteados para adaptarnos, para innovar, y para crecer y evolucionar. Nuestra naturaleza es un impulso creativo que nos empuja constantemente a buscar nuevas oportunidades y superar límites preestablecidos.

Entonces, podemos decir que sería esencial reconocer que la zona de confort es más bien un estado mental que un lugar físico en sí.

No, no es que quiera explorar por completo la ciencia de la zona de confort para desarrollar una tesis sobre el tema, es que quiero poder entender algo que muchas veces genera cierta ambigüedad.


¿Para qué salir si lo que queremos es volver?

Me pregunto: Por qué muchas veces decimos que debemos salir de la zona de confort, si en realidad lo que muchos intentamos es llegar a esa ansiada zona de confort; quiero decir, ¿para qué salir de un lugar en el que ya estamos?.

De tal forma podemos asegurar que la zona de confort no se trata de una ubicación concreta, sino, de una actitud hacia el riesgo y la exploración. Podemos salir de ella, entrar en ella, o simplemente desearla momentáneamente.

Claro, hay una dinámica que observamos con cierta frecuencia en el mundo del emprendedurismo. Las personas que están cómodas en su zona de confort a menudo expresan un deseo de abandonarla para emprender, con ansias de lograr el “éxito” para luego regresar a una nueva versión de su zona de confort. Sin embargo, no es tan simple como se lee.

La idea de dejar la zona de confort para luego regresar a una zona de mayor comodidad y éxito tiene su atractivo, y hasta suena lógico, pero el camino del emprendimiento rara vez sigue una línea recta.

El acto de emprender implica enfrentar desafíos, tomar riesgos y abrazar la incertidumbre. En este viaje, es probable que los emprendedores se encuentren fuera de su zona de confort en múltiples ocasiones.

En los momentos de desafío es donde ocurre el aprendizaje y verdadero crecimiento. La zona de confort que se busca al emprender no es necesariamente la misma a la que regresaremos, incluso pensando que sí, sino, una zona de mayor logro, satisfacción y desarrollo personal.

Entonces, nos es importante comprender que el concepto de "zona de confort" es fluido y evoluciona con el tiempo. A medida que nosotros como emprendedores y empresarios superamos obstáculos y alcanzamos metas, puede que nuestras zonas de confort cambien con nosotros.

 

¿De qué nos sirve la zona de confort?

A primera vista, puede parecer paradójico que debamos "llegar" a la zona de confort, un lugar que supuestamente evitamos como emprendedores. Sin embargo, la zona de confort tiene su utilidad en el emprendimiento y en el campo empresarial. Aquí algunos datos:
 

Descanso y Recuperación: Pasar algún tiempo en la zona de confort puede brindarnos la oportunidad de descansar y recuperarnos después de desafíos intensos.
 

Reflexión y Planificación: La zona de confort nos ofrece un espacio tranquilo para reflexionar sobre nuestros logros y desafíos pasados, evaluar nuestras estrategias y planificar los próximos pasos.
 

Consolidación de Aprendizaje: Cuando experimentamos nuevas situaciones y superamos obstáculos, llevamos valiosas lecciones y conocimientos.
 

Mejora de la Autoconfianza: Al alcanzar metas dentro de la zona de confort, construimos autoconfianza y una sensación de logro.

 

Entonces, si la clave radica en el equilibrio del uso de la zona de confort y si bien es fundamental abrazar la incomodidad para sentir que necesitamos de esa zona, y a la vez, si ésta nos impulsa a salir de sí misma para explorar por fuera y así poder crecer como empresarios y emprendedores, deberemos reconocer, que hay diferentes zonas dentro de la misma, que por momentos nos invita a regresar estratégicamente, y a abandonarla, también, como estrategia beneficiosa de nuestra propia mente.

En el mundo empresarial, donde la única constante es el cambio, el balance entre explorar nuevas fronteras, salir y regresar a la zona de confort, es una estrategia poderosa que nuestra mente crea y utiliza para lograr el éxito deseado y depende de nuestras elecciones para que sea fructífero y duradero en el tiempo.

La zona de confort existe, siempre que exista en nuestra mente, pero sin duda, somos nosotros como emprendedores los que debemos saber cuándo, cómo y cuánto utilizar el recurso de entrar y salir de ella.

El camino emprendedor y empresarial, solo se aborda exitosamente, cuando aportamos en el nuestro coraje al desafiar los límites de la zona de confort.



 

Por: Fernando Martín Hernández (columnista). Empresario y Emprendedor. Comunicador y escritor sobre emprendedurismo, liderazgo, y motivación.

“Haciendo un viaje introspectivo para explorar qué es la zona de confort, me cuestione su existencia. Intento entender por qué, a pesar de las apariencias, la creo fundamental para nuestro crecimiento emprendedor.”

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