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ZAPATOS DE BARRO | Cuento Inspirador – Basado en Hechos Reales.

ZAPATOS DE BARRO | Cuento Inspirador – Basado en Hechos Reales.

-Zapatos de Barro- es un cuento inspirador basado en hechos reales. La historia de un empleado que renuncia a su trabajo luego de un intercambio de palabras con su jefe un día de fuertes lluvias y valoración propia.

ZAPATOS DE BARRO | Cuento Inspirador – Basado en Hechos Reales.

 

El empleado de una famosa cadena inmobiliaria, todas las noches luego de cenar en familia, preparaba su traje, camisa, maletín y zapatos.

 

Este, ocupaba el cargo de vendedor, y siendo muy responsable de su imagen, siempre repetía que no hay una segunda oportunidad para una primera impresión.

 

Una noche, luego de dejar todo listo para la mañana siguiente, comenzó a escuchar fuertes truenos, y prontamente comenzó a llover.

 

La lluvia era para él, algo más que preocupante, ya que vivía sobre una calle de tierra, y lógicamente, cuando la lluvia era constante, el barro, era abundante.

 

Al amanecer, la lluvia no cesaba, y no tuvo más opción que prepararse al igual que todos los días, pero con una sola y notable diferencia.

 

La parada del colectivo, se encontraba sobre la ruta, a tres cuadras de su casa, y para no embarrar los zapatos, se puso una bolsa en cada pie, con el fin de llegar lo más limpio posible.

 

Antes de subir al colectivo, se sacó las bolsas y las tiró en el cesto de la parada.

 

Luego de un viaje de más de dos horas, llegando al fin a su oficina, unos pasos antes de entrar pasó lo inesperado.

 

Una baldosa suelta fue la causante del desastre.

 

La baldosa estaba partida, al pisarla, el charco de agua y barro acumulado saltó para todos lados, ensuciando sus zapatos y pantalón.

 

Con mucha bronca, entró a su oficina, y cómo llegaba unos cuantos minutos antes de su hora de ingreso, pensó en limpiarlos rápidamente.

 

Al entrar, saludó como todos los días, pero el Gerente de la sucursal, le pidió que se acerque inmediatamente a su oficina.

 

En un minuto ya estoy con Ud. -dijo él-pero no fueron concedidos.

 

El Gerente insistió en que se acerque de inmediato, una información importante y beneficiosa era el motivo.

 

Su jefe dijo: Hoy, vas a mostrar una de las unidades más exclusivas de nuestra cartera de propiedades, a uno de los clientes más exclusivos de nuestra firma.

 

Estarás de acuerdo en que es una gran oportunidad la que te estamos dando, ¿verdad?

 

Claro que sí, -respondió sin dudarlo.-

 

¿Consideras estar a la altura de las circunstancias?

 

Si señor, lo estoy.

 

El Gerente se levantó de su sillón ejecutivo, se acercó hacia él, y al ver que sus zapatos estaban manchados con barro, se enfureció rápidamente.

 

¿Cómo puede ser que mientras te doy la oportunidad de tu vida, vos llegues tan desprolijo a la oficina?

 

Le pido sinceras disculpas, señor, es que… es que nada, -dijo el Gerente interrumpiendo sus palabras.-

 

No quiero que me digas nada, límpiate, y después conversamos.

 

Al salir de la oficina del Gerente, el vendedor se dirigió hacia el baño, limpió sus zapatos, acomodó su ropa, ajustó su corbata, se miró fielmente al espejo, y tomó la decisión más inesperada.

 

¡Renuncio!, -le dijo con seguridad.-

 

¡¿Qué?!, Ja ja. No me hagas reír por favor.

 

De verdad Sr., renuncio. Y como debo de hacer un descargo por el motivo, con mucho gusto, dirigiré esa carta a Ud. y al Director de la firma.

 

El Gerente sorprendido, creyó que remediaría la situación diciendo que no sabía aprovechar la oportunidad, que en ningún lugar estaría mejor, que nadie le pagaría más, y así continuó, rebajando las aptitudes que hace minutos atrás resaltaba.

 

A ver, contame, -dijo el Gerente con aire de superioridad-, renuncias porque no dejé que te excuses en mi oficina.

 

No, no renuncio por qué no me haya dejado explicarle el motivo por el cual tengo embarrado los zapatos, sino, por qué no me preguntó, ni se preguntó Ud., el por qué había llegado así.

 

Ud. llegó a la oficina en taxi, como todos los días, el móvil entró al estacionamiento techado, tuvo tiempo de acomodarse, agarrar su celular, maletín, su saco, y con unos pocos pasos ya estaba sentado en su sillón.

 

Es genial que así sea, seguramente esa comodidad le ha costado años de trabajo, y me es inspirador pensar que el día de mañana yo también podré disfrutar de esas ventajas.

 

Pero si lo logro, jamás, nunca jamás, olvidaré lo que es ponerse dos bolsas de plástico en los pies, caminar bajo la lluvia en calles de tierra, y en una misma mano llevar las monedas, paraguas, y maletín.

 

Me despido de Ud. sumamente agradecido por tan importante aprendizaje.

 

Estoy seguro, Sr. Gerente, que los dos hemos aprendido una maravillosa lección, aunque no puedo asegurar si ambos la utilizaremos para el mismo fin.

 

#Reflexión del autor: “Hay jefes que por su constante uso de superioridad, nos terminan convirtiendo en un mejor líder.”

 

ZAPATOS DE BARRO | Cuento Inspirador – Basado en Hechos Reales.

Autor: Fernando Martín Hernández

-Zapatos de Barro- es un cuento inspirador basado en hechos reales. La historia de un empleado que renuncia a su trabajo luego de un intercambio de palabras con su jefe un día de fuertes lluvias y valoración propia.

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